인창동성당 게시판

1월31일 복녀 루도비카 알베르토니♬태양의 찬가

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유화정 [wjyou57] 쪽지 캡슐

2007-08-04 ㅣ No.2018

 

축일:1월31일
복녀 루도비카 알베르토니
Beata Ludovica Albertoni Terziaria francescana
Bl. Louise degli Albertoni
Born : 1474 in Rome, Italy
Died : 31 January 1533 of natural causes
Beatified : 28 January 1671 by Pope Clement X (cultus confirmed)
Canonized : pending
; if you have information relevant to the Cause of Blessed Louise,
contact: Chiesa di San Francesco d’Assisi a Ripa, P.zza San Francesco d’Assisi,
88, 00153 Roma, ITALY

 

   성녀 루도비카 알베르토니아(Ludovica Albertonia)는 태어나자마자 부친을 여의었고, 모친은 재혼하였기 때문에 할머니 손에서 자랐다. 원래 좋은 집안 딸이었으므로 같은 귀족이자 부유한 집안 아들인 야고보 데 치타라(Jacobus de Citara)와 결혼하여 세 딸을 두었으나 그만 남편이 사망하고 말았다. 이때부터 성녀 루도비카는 작은 형제회 3회 회원의 수도복을 입고 기도에만 전념하였다. 특히 예수님의 고난에 대한 묵상을 좋아하였으며, 그 나머지 시간에는 병자를 돌보거나 로마(Rome)에 있는 일곱 개의 대성당을 조배하는 것으로 하루하루를 지냈다. 그녀는 철저히 가난하게 살았고 겸손의 덕을 닦았다. 그래서 그녀는 참으로 평화스런 나날을 보냈고, 하느님께서는 그녀에게 가끔씩 탈혼의 은혜를 내려주셨다. 특히 공중에 떠 있는 은혜를 받았다. 그녀에 대한 공경은 1671년 교황 클레멘스 10세(Clemens X)에 의해 승인되었다.
(가톨릭홈에서) 

♬태양의 찬가

 


 

 

Beata Ludovica Albertoni Terziaria francescana
31 gennaio

E'' presente nel Martirologio Romano. A Roma, beata Ludovica Albertoni, che, dopo avere educato cristianamente i figli, alla morte del marito, entrata nel Terz’Ordine di San Francesco, portò aiuto ai poveri, scegliendo di divenire da ricca poverissima.

Della beata Ludovica degli Albertoni, esiste una pregevolissima statua, opera tutta di sue mani, del grande scultore Gian Lorenzo Bernini, che la raffigura coricata in estasi e posta sul suo sepolcro nella chiesa di S. Francesco a Ripa in Roma; questa bellissima scultura perpetua attraverso la storia dell’arte e del flusso turistico specializzato, la figura della beata romana.
Ludovica nacque nel 1474 a Roma dalla nobile famiglia degli Albertoni, orfana del padre in tenera età, fu allevata dalla nonna materna e da alcune zie, perché la madre si era risposata.
A venti anni, contro i suoi desideri, fu data in sposa al nobile Giacomo della Cetera, che comunque amò devotamente e dal quale ebbe tre figlie. Nel 1506 a 32 anni, rimase vedova ed allora entrò nel Terz’Ordine Francescano, prendendo a vivere una vita tutta dedicata alla preghiera, meditazione, penitenza e opere di misericordia, come quelle di dare una dote per maritare le ragazze povere e la visita ai poveri ammalati nei loro miseri tuguri.
Con la sua generosità diede fondo a tutti i suoi beni, fra la contrarietà dei parenti per tanta liberalità. Il Signore le diede il dono dell’estasi, che all’epoca dovevano essere molto note, se dopo la sua morte, avvenuta il 31 gennaio 1533, lo scultore Bernini la raffigura proprio nell’atto di una estasi.
La beata Ludovica ebbe subito un culto pubblico dopo la morte, culto che fu definitivamente confermato da papa Clemente X il 28 gennaio 1671.
Una ricognizione delle reliquie fu fatta il 17 gennaio 1674 quando le sue spoglie furono deposte nel magnifico sepolcro marmoreo di S. Francesco a Ripa, dove sono tuttora.

Autore: Antonio Borrelli
_______________________
Aggiunto il 14-Sep-2002

 


Louise degli Albertoni
 
Also known as
Louisa Albertoni; Ludovica Albertoni Cetera
Memorial
31 January
Profile
Born to a wealthy and prominent family. Married to James de Citara. Mother of three. Widowed in 1506. Franciscan tertiary. She spent her fortune and ruined her health in caring for the poor. Given to religious ecstasies, she was known as a miracle worker, and had the gift of levitation.
Born
1474 in Rome, Italy
Died
31 January 1533 of natural causes
Beatified
28 January 1671 by Pope Clement X (cultus confirmed)
Canonized
pending; if you have information relevant to the Cause of Blessed Louise, contact: Chiesa di San Francesco d’Assisi a Ripa, P.zza San Francesco d’Assisi, 88, 00153 Roma, ITALY

 

BEATA LUDOVICA ALBERTONI (1474-1533)
 
.  Ludovica o Luisa, esposa, madre y viuda, de la Orden Franciscana Seglar, mística a la vez que madre para los pobres y enfermos, nació en Roma el año 1474 de la noble familia de los Albertoni. A muy tierna edad quedó huérfana de padre, y, cuando la madre contrajo nuevo matrimonio, la pequeña fue confiada a los cuidados de su abuela materna y de algunas tías.

A los veinte años, contra sus deseos y proyectos, fue dada en matrimonio al noble Giacomo de la Cetera, a quien no obstante se unió como esposa enamorada y del que tuvo tres hijas. En 1506, después de 12 años felices de matrimonio y cuando tenía 32, quedó viuda. Ingresó en la Tercera Orden de San Francisco, vistió aun externamente su hábito, y, además de cuidar la educación de sus hijas, inició una nueva vida toda ella consagrada a la oración y contemplación, a la penitencia y a las obras de misericordia, como la de proveer de dote a las jóvenes pobres para su matrimonio o la de visitar a pobres y enfermos en sus tugurios o en establecimientos hospitalarios, donde curaba tanto las llagas y heridas de la carne como las del espíritu. Su generosidad llegó a agotar todos sus bienes, contando siempre con la oposición de sus parientes a tanta liberalidad.

El Señor le concedió el don extraordinario de los éxtasis místicos, que alcanzaron gran fama y difusión en aquel tiempo. Murió en Roma el 31 de enero de 1533. Inmediatamente después de su muerte gozó de culto público, que fue confirmado oficialmente por el papa Clemente X (Emilio Altieri) el 28 de enero de 1671. Su cuerpo se conserva en el espléndido sepulcro que se le dedicó en la capilla Altieri de la iglesia franciscana de San Francisco a Ripa, en Roma.

En efecto, a raíz de la beatificación, la familia Altieri decidió dedicarle un altar en su capilla de la iglesia de San Francisco a Ripa, en Roma. Inmediatamente después, el cardenal Paluzzo Albertoni Altieri encomendó la obra al gran escultor Gian Lorenzo Bernini (1598-1680), quien años antes había esculpido el "Éxtasis de Santa Teresa" para la Capilla Cornaro y se encontraba ya en la madurez de su vida y de su arte. En enero de 1674, acabada la obra, se hizo el reconocimiento de los restos de la Beata que, seguidamente, fueron depositados en el nuevo y magnífico sepulcro de mármol, donde se encuentran todavía hoy. Sobre el altar del sepulcro se colocó la estatua de Bernini que representa a la Beata, en tamaño mayor que el natural, no ya difunta, sino reclinada en el éxtasis místico en que murió. En su rostro se reflejan a la vez el sufrimiento humano y la felicidad celestial. Ella vivió repetidas experiencias de visiones y éxtasis místicos, y Bernini, fiel a la imagen que tenía de Ludovica, quiso representarla en el momento de su muerte, pero transformando ese lance dramático en un momento de éxtasis y de unión mística con su Señor. El mismo Bernini decoró el marco de la pequeña capilla, en la que se filtra la luz a través de una claraboya invisible, que cae como un chorro luminoso sobre el rostro de la beata.

 

BEATA LUISA ALBERTONI

Nace en Roma en 1473 en el seno de una noble y rica familia. Al casar su madre por segunda vez, fue entregada a los cuidados de su abuela y de sus tías. Contrajo matrimonio con Jacobo de Cithara, con quien tuvo tres hijas. El suyo fue un matrimonio feliz y ambos esposos vivieron en unión hasta que Jacobo murió joven en 1506.

Luisa pasó por una fuerte crisis a la muerte de su esposo, pues su matrimonio hasta entonces había significado su vida. Superó la crisis consagrándose al Señor, haciéndose terciaria franciscana y vistiendo externamente el hábito de la Orden. Se dedicó a la oración, en la que empleaba horas y horas, y a obras de caridad, que realizaba en su propio palacio atendiendo en él a innumerables pobres y buscándolos en sus tugurios. Con ocasión de una calamidad pública, cuando ya no tenía nada más, vendió su palacio y, tras dar su importe en obras de caridad, quedó convertida en una pobre más.

El Señor la favoreció con frecuentes éxtasis y en uno de ellos tuvo lugar su santa muerte en Roma el 31 de enero de 1533. Su culto fue confirmado el 28 de enero de 1671.

[Año cristiano. Enero. Madrid, BAC, 2002, p. 663]

 

BEATA LUDOVICA ALBERTONI

Viuda, de la Tercera Orden Seglar de San Francisco (1473-1533). Clemente X aprobó su culto el 28 de enero de 1671.

Nació en Roma de familia noble en 1473. A los dos años murió su padre y, al casarse nuevamente su madre, ella fue encomendada a las tías paternas y a la abuela materna. A los veinte años se casó y tuvo tres hijas. Sus características fueron la fidelidad a los propios deberes y el amor para con los pobres. Amó a su esposo con santo afecto. Se dedicó a la educación de sus hijas dirigiendo su oración y sus lecturas. Cuando tenía treinta y tres años enviudó, duro golpe que finalmente supo aceptar con resignación.

A la muerte de su esposo se suscitaron problemas de herencia que le causaron vejaciones de parte de los parientes. Vivió todo el drama del saqueo de Roma y se prodigó a favor de los necesitados. Dedicaba parte de la noche al descanso, el resto a la penitencia. Solía repetir: «¿Cómo es posible vivir sin sufrir, cuando se contempla a nuestro Dios colgado en una Cruz?». Por la mañana participaba en la eucaristía y recibía devotamente la comunión. Luego distribuía el tiempo del día entre los trabajos de casa y la asistencia a los pobres y enfermos, a quienes visitaba en casa o en los hospitales. Dedicaba todos sus cuidados a las muchachas abandonadas o en peligro.

Decía a menudo: «Dios nos dio los bienes de la tierra para que los compartamos con los que los necesitan». Distribuyó todos sus bienes entre los pobres y pasó los últimos años de su vida en la más grande pobreza. Murió el 31 de enero de 1533 a los 60 años de edad. Todo Roma lloró su muerte juzgándola como la pérdida de la madre de todos. Su cuerpo se venera en la iglesia de San Francisco a Ripa, en Roma.

[Ferrini-Ramírez, Santos franciscanos para cada día. Asís, Ed. Porziuncola, 2000, p. 35]
 

 

 

 

 

 

 



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