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1월31일 복녀 루도비카 알베르토니

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유화정 [wjyou57] 쪽지 캡슐

2012-06-01 ㅣ No.2130



축일 1월31일
복녀 루도비카 알베르토니
Beata Ludovica Albertoni Terziaria francescana
BEATA LUDOVICA ALBERTONI (1474-1533)
Blessed Louise degli Albertoni
Also known as : Louisa Albertoni,  Ludovica Albertoni Cetera
Born : 1474 in Rome, Italy
Died : 31 January 1533 of natural causes
Beatified : 28 January 1671 by Pope Clement X (cultus confirmed)



   성녀 루도비카 알베르토니아(Ludovica Albertonia)는 태어나자마자 부친을 여의었고, 모친은 재혼하였기 때문에 할머니 손에서 자랐다. 원래 좋은 집안 딸이었으므로 같은 귀족이자 부유한 집안 아들인 야고보 데 치타라(Jacobus de Citara)와 결혼하여 세 딸을 두었으나 그만 남편이 사망하고 말았다. 

   이때부터 성녀 루도비카는 작은 형제회 3회 회원의 수도복을 입고 기도에만 전념하였다. 특히 예수님의 고난에 대한 묵상을 좋아하였으며, 그 나머지 시간에는 병자를 돌보거나 로마(Roma)에 있는 일곱 개의 대성당을 조배하는 것으로 하루하루를 지냈다. 

   그녀는 철저히 가난하게 살았고 겸손의 덕을 닦았다. 그래서 그녀는 참으로 평화스런 나날을 보냈고, 하느님께서는 그녀에게 가끔씩 탈혼의 은혜를 내려주셨다. 특히 공중에 떠 있는 은혜를 받았다. 그녀에 대한 공경은 1671년 교황 클레멘스 10세(Clemens X)에 의해 승인되었다.
(가톨릭홈에서)



*참고:

◆ 탈혼 ◆       한자  脫魂 
라틴어  ecstasis  영어  ecstasy  출처 : [가톨릭대사전] 

 
   일반적 의식이나 오관(五官)의 기능이 일시 정지된 상태. 이는 일반적으로 심리적 원인으로 인한 자연적인 것과 초자연적인 것으로 대별된다. 초자연적인 탈혼은 무속의 강신술(降神術)이나 악마 등에 의한 경우와 하느님의 능력에 의한 것이 있다. 교회에서 논의되는 바는 하느님의 능력에 의한 초자연적인 탈혼 즉 인간 영혼이 일시적으로 하느님과의 밀접한 일치에로 드높여진 결과 부수적으로 감각기관이 정지되는 상태를 가리킨다. 이에는 두 가지 유형이 있다.

   예언자적 탈혼과 신비적 탈혼이 그것이다. 예언자적 탈혼(prophetic ecstasy)은 하느님이 한 개인을 통하여 메시지를 대중에게 전달하고자 할 때 그 개인의 지성을 열어 줌과 아울러 메시지를 오해하거나 그릇 전달하는 일이 없도록 지각기관을 구속함으로써 일어나는 현상이다. 예언자 에제키엘이 성령으로 인도되었을 때(에제 11:24) 탈혼된 경우가 그 적례이다. 이러한 탈혼은 무상으로 주어진 은혜이며 사죄(死罪) 중에 있는 자에게도 허락된다.
   한편 신비적 탈혼(mystical ecstasy)은 깊은 묵상의 경지에서 묵상자의 영혼이 하느님께 드높여짐으로써 일어난다. 탈혼자의 얼굴은 빛나는 것이 보통이며 듣거나 볼 수 없으나 하느님과의 일치를 의식한다. 이 탈혼 중에 성령은 그의 선물 특히 지혜와 이해력을 통하여 작용한다. 신비적 탈혼을 경험하고 나면 생활이 성스러워지고 사랑과 기쁨이 커지며 인내심, 참회의 정이 솟아나 신앙이 굳어지고 완덕을 지향하는 열정이 뜨거워진다. 신비적 탈혼은 묵상 중 하느님의 계시를 감당할 만한 육체적인 힘이 부족하여 일어나는 수가 많으므로 건강이 회복되면 탈혼도 그치는 게 보통이다.
(가톨릭대사전에서)















Beata Ludovica Albertoni Terziaria francescana
31 gennaio 
m. 1533

Dopo la morte del suo sposo, si fece Terziaria francescana e si dedicò alle opere di carità, accogliendo i bisognosi nel proprio palazzo.

Martirologio Romano: A Roma, beata Ludovica Albertoni, che, dopo avere educato cristianamente i figli, alla morte del marito, entrata nel Terz’Ordine di San Francesco, portò aiuto ai poveri, scegliendo di divenire da ricca poverissima.

Della beata Ludovica degli Albertoni, esiste una pregevolissima statua, opera tutta di sue mani, del grande scultore Gian Lorenzo Bernini, che la raffigura coricata in estasi e posta sul suo sepolcro nella chiesa di S. Francesco a Ripa in Roma; questa bellissima scultura perpetua attraverso la storia dell’arte e del flusso turistico specializzato, la figura della beata romana.
Ludovica nacque nel 1474 a Roma dalla nobile famiglia degli Albertoni, orfana del padre in tenera età, fu allevata dalla nonna materna e da alcune zie, perché la madre si era risposata.
A venti anni, contro i suoi desideri, fu data in sposa al nobile Giacomo della Cetera, che comunque amò devotamente e dal quale ebbe tre figlie. Nel 1506 a 32 anni, rimase vedova ed allora entrò nel Terz’Ordine Francescano, prendendo a vivere una vita tutta dedicata alla preghiera, meditazione, penitenza e opere di misericordia, come quelle di dare una dote per maritare le ragazze povere e la visita ai poveri ammalati nei loro miseri tuguri.
Con la sua generosità diede fondo a tutti i suoi beni, fra la contrarietà dei parenti per tanta liberalità. Il Signore le diede il dono dell’estasi, che all’epoca dovevano essere molto note, se dopo la sua morte, avvenuta il 31 gennaio 1533, lo scultore Bernini la raffigura proprio nell’atto di una estasi.
La beata Ludovica ebbe subito un culto pubblico dopo la morte, culto che fu definitivamente confermato da papa Clemente X il 28 gennaio 1671.
Una ricognizione delle reliquie fu fatta il 17 gennaio 1674 quando le sue spoglie furono deposte nel magnifico sepolcro marmoreo di S. Francesco a Ripa, dove sono tuttora.

Autore: Antonio Borrelli

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Aggiunto il 2002-09-14

 

 

 

 

DIRECTORIO FRANCISCANO
SANTORAL FRANCISCANO   

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31 de enero
BEATA LUDOVICA ALBERTONI (1474-1533)
 
.  Ludovica o Luisa, esposa, madre y viuda, de la Orden Franciscana Seglar, mística a la vez que madre para los pobres y enfermos, nació en Roma el año 1474 de la noble familia de los Albertoni. A muy tierna edad quedó huérfana de padre, y, cuando la madre contrajo nuevo matrimonio, la pequeña fue confiada a los cuidados de su abuela materna y de algunas tías.

A los veinte años, contra sus deseos y proyectos, fue dada en matrimonio al noble Giacomo de la Cetera, a quien no obstante se unió como esposa enamorada y del que tuvo tres hijas. En 1506, después de 12 años felices de matrimonio y cuando tenía 32, quedó viuda. Ingresó en la Tercera Orden de San Francisco, vistió aun externamente su hábito, y, además de cuidar la educación de sus hijas, inició una nueva vida toda ella consagrada a la oración y contemplación, a la penitencia y a las obras de misericordia, como la de proveer de dote a las jóvenes pobres para su matrimonio o la de visitar a pobres y enfermos en sus tugurios o en establecimientos hospitalarios, donde curaba tanto las llagas y heridas de la carne como las del espíritu. Su generosidad llegó a agotar todos sus bienes, contando siempre con la oposición de sus parientes a tanta liberalidad.

El Señor le concedió el don extraordinario de los éxtasis místicos, que alcanzaron gran fama y difusión en aquel tiempo. Murió en Roma el 31 de enero de 1533. Inmediatamente después de su muerte gozó de culto público, que fue confirmado oficialmente por el papa Clemente X (Emilio Altieri) el 28 de enero de 1671. Su cuerpo se conserva en el espléndido sepulcro que se le dedicó en la capilla Altieri de la iglesia franciscana de San Francisco a Ripa, en Roma.

En efecto, a raíz de la beatificación, la familia Altieri decidió dedicarle un altar en su capilla de la iglesia de San Francisco a Ripa, en Roma. Inmediatamente después, el cardenal Paluzzo Albertoni Altieri encomendó la obra al gran escultor Gian Lorenzo Bernini (1598-1680), quien años antes había esculpido el "Éxtasis de Santa Teresa" para la Capilla Cornaro y se encontraba ya en la madurez de su vida y de su arte. En enero de 1674, acabada la obra, se hizo el reconocimiento de los restos de la Beata que, seguidamente, fueron depositados en el nuevo y magnífico sepulcro de mármol, donde se encuentran todavía hoy. Sobre el altar del sepulcro se colocó la estatua de Bernini que representa a la Beata, en tamaño mayor que el natural, no ya difunta, sino reclinada en el éxtasis místico en que murió. En su rostro se reflejan a la vez el sufrimiento humano y la felicidad celestial. Ella vivió repetidas experiencias de visiones y éxtasis místicos, y Bernini, fiel a la imagen que tenía de Ludovica, quiso representarla en el momento de su muerte, pero transformando ese lance dramático en un momento de éxtasis y de unión mística con su Señor. El mismo Bernini decoró el marco de la pequeña capilla, en la que se filtra la luz a través de una claraboya invisible, que cae como un chorro luminoso sobre el rostro de la beata. 

BEATA LUISA ALBERTONI

Nace en Roma en 1473 en el seno de una noble y rica familia. Al casar su madre por segunda vez, fue entregada a los cuidados de su abuela y de sus tías. Contrajo matrimonio con Jacobo de Cithara, con quien tuvo tres hijas. El suyo fue un matrimonio feliz y ambos esposos vivieron en unión hasta que Jacobo murió joven en 1506.

Luisa pasó por una fuerte crisis a la muerte de su esposo, pues su matrimonio hasta entonces había significado su vida. Superó la crisis consagrándose al Señor, haciéndose terciaria franciscana y vistiendo externamente el hábito de la Orden. Se dedicó a la oración, en la que empleaba horas y horas, y a obras de caridad, que realizaba en su propio palacio atendiendo en él a innumerables pobres y buscándolos en sus tugurios. Con ocasión de una calamidad pública, cuando ya no tenía nada más, vendió su palacio y, tras dar su importe en obras de caridad, quedó convertida en una pobre más.

El Señor la favoreció con frecuentes éxtasis y en uno de ellos tuvo lugar su santa muerte en Roma el 31 de enero de 1533. Su culto fue confirmado el 28 de enero de 1671.
[Año cristiano. Enero. Madrid, BAC, 2002, p. 663]


BEATA LUDOVICA ALBERTONI

Viuda, de la Tercera Orden Seglar de San Francisco (1473-1533). Clemente X aprobó su culto el 28 de enero de 1671.

Nació en Roma de familia noble en 1473. A los dos años murió su padre y, al casarse nuevamente su madre, ella fue encomendada a las tías paternas y a la abuela materna. A los veinte años se casó y tuvo tres hijas. Sus características fueron la fidelidad a los propios deberes y el amor para con los pobres. Amó a su esposo con santo afecto. Se dedicó a la educación de sus hijas dirigiendo su oración y sus lecturas. Cuando tenía treinta y tres años enviudó, duro golpe que finalmente supo aceptar con resignación.

A la muerte de su esposo se suscitaron problemas de herencia que le causaron vejaciones de parte de los parientes. Vivió todo el drama del saqueo de Roma y se prodigó a favor de los necesitados. Dedicaba parte de la noche al descanso, el resto a la penitencia. Solía repetir: «¿Cómo es posible vivir sin sufrir, cuando se contempla a nuestro Dios colgado en una Cruz?». Por la mañana participaba en la eucaristía y recibía devotamente la comunión. Luego distribuía el tiempo del día entre los trabajos de casa y la asistencia a los pobres y enfermos, a quienes visitaba en casa o en los hospitales. Dedicaba todos sus cuidados a las muchachas abandonadas o en peligro.

Decía a menudo: «Dios nos dio los bienes de la tierra para que los compartamos con los que los necesitan». Distribuyó todos sus bienes entre los pobres y pasó los últimos años de su vida en la más grande pobreza. Murió el 31 de enero de 1533 a los 60 años de edad. Todo Roma lloró su muerte juzgándola como la pérdida de la madre de todos. Su cuerpo se venera en la iglesia de San Francisco a Ripa, en Roma.
[Ferrini-Ramírez, Santos franciscanos para cada día. Asís, Ed. Porziuncola, 2000, p. 35]
 





Blessed Louise degli Albertoni
Also known as
 Louisa Albertoni
 Ludovica Albertoni Cetera

Memorial
31 January

Profile
Born to a wealthy and prominent family. Married to James de Citara. Mother of three. Widowed in 1506. Franciscan tertiary. She spent her fortune and ruined her health in caring for the poor. Given to religious ecstasies, she was known as a miracle worker, and had the gift of levitation.

Born
1474 in Rome, Italy
Died
31 January 1533 of natural causes
Beatified
28 January 1671 by Pope Clement X (cultus confirmed)
Canonized
pending; if you have information relevant to the canonization of Blessed Louise, contact
   Chiesa di San Francesco d’Assisi a Ripa
   P.zza San Francesco d’Assisi, 88
   00153 Roma, ITALY


Additional Information
 Book of Saints, by the Monks of Ramsgate
 Dictionary of Saints, by John Delaney
 Directorio Franciscano español
 Santi e Beati italiano
 Our Sunday Visitor's Encyclopedia of Saints, by Matthew Bunson, Margaret Bunson, and Stephen Bunson

 

January 31
Blessed Louisa Albertoni
1473-1533
 
Louisa Albertoni, of Rome, married James de Cithara and became the mother of three girls. A devoted wife, she brought to her vocation a deep love of God that led her to dress simply. At the age of thirty-three, she was widowed. After providing for her daughters, Louisa became a Third Order Franciscan. As a Franciscan tertiary, she spent her fortune and ruined her health in caring for the poor. She was renowned for her religious ecstasies, and became known as a miracle worker, and, according to accounts, had the gift of levitation.

She regularly made the round of the seven great basilicas of Rome. So intense and continual was her meditation upon the mysteries of the passion that she wept copiously in her prayers. She also devoted her time to the care of the sick. Louisa gave away all she had to the needy.

She even baked loaves for the poor in which she placed gold and silver coins, praying that the loaves with the most valuable coins would providentially fall into the hands of those in greatest need. Exhausting all of her fortune, she became dependent upon her relatives for her own sustenance. On her deathbed, Louisa uttered her final words as she gazed upon a crucifix, praying, "Father, into your hands I commend my spirit:'

She died on January 31, 1533 of natural causes. On January 28, 1671, she was beatified by Pope Clement X.

Ludovica is best known for the famous sculpture by Gian Lorenzo Bernini housed in the church of San Francesco a Ripa in Rome. The recumbent statue captures Blessed Ludovica in her death throes, portraying her as suffering but also in the light of her religious ecstasies as she awaits union with God. It is believed that she experienced a special nuptial union with Christ as portrayed in Bernini's work.

Reflection


Prayer
Lord,
pour upon us the spirit of wisdom and love
with which you filled your servant Blessed Louisa.
By serving you as she did,
may we please you with our faith and our actions.
Grant this through our Lord Jesus Christ, your Son,
who lives and reigns with you and the Holy Spirit,
one God, for ever and ever.

 



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